Un lugar
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San Pedro de Atacama, Chile. 2016
Existe un lugar que no tiene un destino final, tampoco inicial, no tiene un rumbo fijo o una población asentada, a veces hay más personas, a veces menos. Unos prefieren estar solos, otros, siempre acompañados, unos viven ligeros, otros cargados de cosas que podrían parecer innecesarias. Vienen de lejos, de cerca, pero todos quieren cumplir un propósito dentro de este lugar: poder viajar ahí, para llegar más allá.
Hay personas que escogen un lugar con vista panorámica, quieren absorber todo lo que puedan con sus ojos, otros que escogen ver sólo una parte, pues no les parece necesario verlo completo todo, y otros, a quienes no les interesa mucho lo que se presente frente a sus ojos, prefieren andar cegados. En este lugar pasan cosas diferentes, extrañas y sobretodo, encantadoras todos los días, a todas horas. La gente puede parecer poco amigable en un inicio, pero en cuestión de horas puede pasar lo contrario.
Vi una vez dos personas, eran completamente extraños, peleaban (sin entenderse, el uno hablaba español y el otro…digamos que su lenguaje era poco entendible), por un espacio de esos que no lo deja ver todo, al final uno de ellos cedió, el otro, enojado, no obtuvo vista ni de una parte ni de otra (y cabe recalcar que a este sí le importaba poder ver algo), al cabo de un par de horas empezaron a hablar debido a que ambos conocían un mismo idioma: el francés. Se hicieron buenos amigos, de esos que le marcan a uno para toda la vida, aunque se hayan conocido por pocas horas, son de esas amistades que aunque no se vuelvan a ver, se llegaron mutuamente, por las historias que compartieron el uno con el otro. El uno andaba paseando, el otro, huyendo de su país como inmigrante ilegal…lo que es la vida, junta dos completos extraños, con realidades completamente diferentes, en un sólo lugar.
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Carretera desde Lima hacia Arequipa, Perú. 2016
En este lugar mágico cosas así pasan, extraños pasan a ser conocidos, enemigos pasan a ser amigos, historias enclaustradas pueden salir a la luz, es cuestión de tiempo, a veces hay mucho, a veces hay poco, pero eso sí, algo siempre pasa. La gente que está en este lugar puede tener dos estados de ánimo: el uno es la felicidad, ansiosos de estar allí para poder seguirse moviendo hacia otros lugares, con nuevas personas; el otro es la tristeza, pueden haber dejado a alguien, o algo atrás, pero la vida los ha forzado a tomar este camino, que, quién sabe, con un poco de suerte, les traerá felicidad. Este lugar tiene el poder de conectar un lugar con otro, en todas partes del mundo, a todas horas, a cualquier persona; pero más que eso, tiene el poder de hacer sentir a las personas el latir del corazón, pues bueno o malo, cualquiera que sea el sentimiento, una persona va a sentir ese golpe en el pecho al llegar a su parada final, puede ser felicidad, tristeza, o también es válido decir que sentirán ansiedad, o nervios. Este lugar, que para algunos puede ser el latir de un corazón de un hombre, la entrada a otra dimensión, el divagar de la cabeza, no es más lejano que el viaje en un bus.
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Bus desde Baños al Tena, Ecuador. 2017