Ingenua Felicidad

Hoy día estábamos en un té en la casa de una amiga de la familia de toda la vida. Conversando de mil cosas, salió el tema de Uber y de que a una chica, en no sé dónde, ni amiga de no sé quién, le quisieron secuestrar, pero ella, gracias a su papá que le había enseñado autodefensa, pudo saltar del carro y salvarse. Yo dije que a mi en Uber nunca me ha pasado nada así, pero claro, uno nunca sabe. Después, una de ellas que estaba ahí, dijo que uno nunca sabe con quién puede toparse: ponte que a un loco se le zafa una tuerca y te va disparando. Nos quedamos viendo con mi ma, mi tía y mis primos. Sí, te creemos, le dijimos. Claro que eso pasa, hijita, repitió. Nos pasó, le dije, como haciéndole caer en cuenta. Así es, dijo, ya ves. Se cambió el tema de conversación.

Supongo que ahora la gente no necesariamente trata de evadir el tema, pero el rato que caen en cuenta de lo que están hablando, tratan de simplemente irse por la tangente. Como si fuera un tema tabú o prohibido de topar, cuando en realidad todo el mundo sabe lo que pasó y supongo que, dependiendo la situación, lo más sano es aprender a llevar el tema de una manera normal, dentro de lo posible, dentro de lo que la palabra “normal” pueda permitir.

En mi vida han pasado miles de cosas estos últimos meses que ni si quiera alcanzo a terminar de procesar, y tal vez, lo mejor que he aprendido de todo esto, es que hablar es bueno. Hablar de los problemas no está mal, hasta reírse de ellos. Gritar y llorar y quebrarse al frente de amigos o desconocidos es normal, porque somos humanos y porque el cuerpo y los sentimientos no eligen al frente de quién quebrarse.

Hoy día, un amigo, que no había visto unos tres meses, me dijo que de lo que él sabía, yo estaba bien. La redes sociales son pura pantalla, le dije. Una, por su sano juicio, trata de estar bien, pero en realidad ¿qué es estar bien? ¿No tener problemas? ¿No sentirse triste? ¿No sentirse angustiada, o rota, o desilusionada de la vida? ¿Qué es estar bien? ¿Tener plata, carro, ropa? ¿Qué es estar bien? Nadie está bien del todo. Todo el mundo tiene problemas, nadie está bien. O eso creo yo. Quisiera conocer a alguien que genuinamente me diga: estoy bien.

Estar bien es diferente a ser feliz. Yo me siento feliz muchos minutos del día, muchas horas de la semana. Me sentí feliz el sábado cuando vi a unas bandas increíbles presentarse en Quito. Me sentí feliz el viernes cuando no me peleé con mi mami. Me sentí feliz cuando le vi a mi gata a los cuatro días y ella salió a recibirme en la entrada de la casa. Me sentí feliz cuando me di cuenta que me encanta filmar documentales. Me sentí feliz de haberle podido visitar a mi tío hace una semana. Me sentía feliz de poder tener la suerte de verle a mi abuelo casi todos los días. Me he sentido feliz muchas veces. ¿Pero, el estar bien? Esa es otra historia. Estar bien o mal puede cambiar fácilmente. Son como picos, que suben y bajan y te desestabilizas por un rato, pero es normal y es parte de la vida. Creo.

Yo quisiera que este man no me hubiera visto llorar cuando me preguntó cómo estaba entonces, y no le supe responder que estaba bien. Especialmente porque él sí está bien. Ahí, viviendo, le respondí. Las lágrimas corrieron, traté de pararlas pero fue inútil y pude responder sinceramente que la vida es una mierda y que no entendía a qué rato se volvió tan difícil. Me dijo algo lindo, tal vez lo hizo por consuelo: la vida no pone problemas así a la gente que no sabe cómo sobrellevarlos. A vos porque eres fuerte te tocan vivir estas cosas, al resto no. No creo que soy fuerte, le respondí con toda sinceridad, tal vez hasta soy ingenua no más.

Ingenuidad: es una linda palabra. Capaz sólo soy ingenua en todo el sentido de la palabra. Capaz quiero sentir que soy feliz en algunos momentos, pero a la final me engaño. O capaz no y de verdad en esos pequeños momentos sí soy feliz. Capaz no es bueno hablar de los problemas con todo el mundo, o capaz sí. Capaz es bueno exteriorizar los sentimientos guardados. O, capaz, simplemente trato de engañarme todo el tiempo para olvidarme de todo y poder vivir ingenuamente feliz. Supongo que todo el mundo hace eso. Tratar de vivir felices, y tener que hacernos los locos con todo lo que llevamos atrás: capaz eso nos hace genuina e ingenuamente felices.